Hoy impartí la primera clase de solfeo del nuevo ciclo escolar. Comenzamos con las presentaciones y el sermón regular de cada inicio de curso: las reglas de convivencia, el método de trabajo y demás. Les hablo de la constancia y de la disciplina que se requiere en la música; que aunque tengan muchas habilidades (lo que algunos llaman “talento”), esto no servirá de nada si no se tiene el compromiso de dedicarle tiempo diario al estudio del solfeo y del instrumento. Pero hay algo que no me atreví a contarles: que, si bien, esta escuela les entregará un papel con la palabra “licenciado”, como poca gente en este país considera a la música una profesión, cuando busquen su sustento tocando y componiendo, pocos querrán pagarles por ello.

Se cree todavía que la música es una actividad para el tiempo libre, una mera afición, y eso se refleja en diversas situaciones: desde los dueños de un bar que le “pagan” con cervezas a la banda de adolescentes que ahí se presentan hasta la casa de cultura que nunca tiene presupuesto para los músicos.

De hecho, numerosos centros culturales se niegan a pagarle a agrupaciones de rock, blues o de música “clásica”, pero no dudan en desembolsar miles de pesos para contratar al conjunto tropical que amenizará alguno de sus eventos. ¿Por qué se piensa que no se le debe de pagar al músico de rock y sí al músico de cumbias? Ambos están presentando su trabajo de años de estudio y de meses de ensayo. No entiendo por qué hay diferentes reglas para cada estilo musical.

En 1999 yo tocaba en una banda de rock a la que invitaron a presentarse en un antro —Babel, creo que se llamaba— donde, según la organizadora, tendríamos “¡la oportunidad de exponer nuestra música a gente de prensa, críticos y productores musicales!”. Sólo había que vender cien boletos para poder tocar 25 minutos de música, con cinco minutos previos de prueba de audio, y ser así una de las 10 bandas que se presentarían ese día. No recuerdo el precio de cada boleto pero sí que tuvimos que comprometer a nuestros familiares para que nos compraran muchos de ellos y que varios de los integrantes de la banda terminamos aportando nuestro dinero para aquellos boletos que no vendimos o que nos pagarían después. No sólo no cobramos nuestro trabajo, sino que pagamos por tocar.

Lo increíble es que 14 años después de ese suceso, el mismo truco se sigue aplicando en nuestro país y con bastante éxito. Han actualizado un poco la idea y ahora lo presentan como “Concurso de rock” o “Guerra de bandas” pero al final los músicos siguen siendo timados.

Cito el ejemplo del tianguis del Chopo. La banda que ahí quiera tocar tampoco recibirá remuneración por su concierto pero sí deberá pagar 350 pesos para, según se establece en la solicitud que se encuentra en su página web, la renta de P.A, y backline, esto es, una batería y sistema de amplificación. Cada banda, de un total de ocho que se presentan (en promedio), contará con escasos cinco minutos para instalarse y hacer prueba de audio y podrá tocar un máximo de 25 minutos de música: exactamente igual que en el caso que les comenté anteriormente.

El tianguis del Chopo obtiene buenas ganancias de esas tocadas por la gran afluencia de público de todas las edades que acude al tianguis debido a ello, y esto incide directamente en la venta de los comerciantes del Chopo. Por estos beneficios, el tianguis del Chopo debería absorber los gastos de renta del audio o, de una vez, comprar el equipo pues va a usarse cada semana. Si no van a pagarles a las bandas participantes, mucho menos deberían cobrarles. Porque al final de todo, el “Tianguis Cultural del Chopo” deja la enseñanza de que el trabajo del músico no debe de remunerarse y esto no es ningún apoyo para la cultura musical de nuestro país.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente el 28 de agosto de 2013 en el blog de http://www.goveamusic.com.

 —————–

Reacciones a “Trata de Bandas”

Cuando publiqué originalmente este artículo, en agosto de 2013, obtuve reacciones muy diversas: desde palabras de apoyo hasta fuertes insultos. Parece que causó mucha conmoción que mencionara al Tianguis del Chopo dentro de los sitios en que se abusaba de las bandas; era previsible, puesto que El Chopo es un lugar entrañable para muchos y de gran importancia para la difusión de producciones discográficas independientes, entre otras cualidades.

Por esa conexión emocional que sentimos con el Tianguis es que nos cuesta trabajo aceptar lo que ahí pasa. David Cortés comentó “No sé si el caso del Tianguis del Chopo sea el mejor para ilustrar esta trata de «blancas», perdón, de bandas; pero el caso de Babel, que actualmente continua con sus actividades, sí que me parece deleznable.” Por otro lado, el señor Carlos Alvarado se dedicó a buscar apoyo entre sus amigos músicos para que estos expusieran alabanzas al Tianguis y a él mismo en su labor de comisionado de cultura, pero sin tocar el punto medular: a la banda que ahí toca no se le paga por su servicio — su concierto —, y además se le cobra por usar el audio. Resultado: la agrupación musical está pagando por tocar.

Me gustaría que me compartas tus ideas al respecto en este espacio; no es necesario que escribas tu correo electrónico, sólo tu nombre y comentario. Insultos no, por favor, ya que el mismo blog los detecta y los etiqueta como spam, además de que un insulto no es un argumento.

Espero tu participación y ¡gracias por tu visita!

18 comentarios en “Trata de Bandas

  1. los organizadores de tocadas, conciertos o concursos, no consideran los gastos que esos «grupos invitados» realizan desde poder desplazarse hasta el lugar donde se van a presentar, la comida que consumen en la espera que significa la prueba de sonido y la espera para el momento en que les toca presentarse, en algunas ocasiones, los grupos ponen alguno de los instrumentos o aparatos para la presentación y deben permanecer toda la tocada (incluso todo el día o varias horas) si es que quieren volver a ver su aportación, aparte de que deben buscar la manera de llegar al evento ya sea en carro o camión o cualquier forma de transporte, quien paga estas cuentas?, quien se beneficia con estas presentaciones? solo los organizadores, y que pasa cuando les pagan con cervezas, muy facilmente caeen en el alcoholismo, nuestros musicos valientes se van acabando y solo quedan los que huesean para poder comer y seguir manteniendose dentro del ambiente «musical», esto se repite y se repite, los sabemos todos aquellos que tenemos o conocemos algun musico, pero es el momento de proponer alternativas, ya que ni los «centros culturales» valoran el trabajo de los musicos y no pagan nada, a pesar de que ellos deberian tener recursos para fomentar eventos culturales ya que la musica es CULTURA.

    Le gusta a 1 persona

  2. Conosco bien esas historias, soy el vocalista de Kybalion subterráneo, una banda de la alcantarilla igual que otras tantas que intenta manifestar su propio sonido a los oidos de este siglo XXI, sin embargo es muy cierto lo que se habla aqui, recuerdo que cuando empezamos nos topamos con un par de casos similares, uno de ellos fue en el «Multiforo 246», para la supuesta renta del audio de una «batalla de bandas» nos hicieron vender 40 boletos de a 50 pesos cada uno, (una feria para una banda que con trabajos le pagan, sin contar), tomando en cuenta que eramos alrededor de 7 o 8 bandas, estamos hablando de que se llevan por tocada una gran feria, y claro el publico practicamente lo traen las bandas, el cual genera consumo en el bar,, en fin, ni una misera hamburguesa o algo nos dieron a las bandas, de hecho, recuerdo que tiempo despues y por hazares del destino y nuestra ingenuidad, caimos en otra tomada de pelo, en ese mismo lugar, solo que ha diferencia de la primera vez, en esta depositamos el dinero y nunca tocamos, puesto que el organizador que supuestamente rentaba el lugar, osea el multiforo, desaparecio, y que nos dijeron en el bar que no era la primera vez que lo hacia, (ah entonces ya sabian). Tiempo despues nos la quicieron aplicar en otro evento el cual conocimos como «Rock Calli», pero claro que no caimos, tambien teniamos la intención de tocar en el chopo y un día que fui a tocar como cantautor con el colectivo pedi informes de como estaba la onda, pero cuando me di cuenta que tambien habia que pagar, pues se me quitaron las ganas…. en fin, así es la vida de las bandas del subterraneo de ciudad monstruo.

    Fidel Martin
    Paradoja Mental.

    Le gusta a 1 persona

  3. Antonio Trejo (Markosblues)
    En un país donde la desigualdad social, la corrupción y la impunidad son los referentes del éxito entre las mayorías… Ser «tributero» o «covero» es sencillamente estar a favor de toda esa basura y clase política que gobierna y controla esta desangrada nación. Ser músico implica congruencia y compromiso social, conozco excelentes compañeros tributeros y voceros con mucha habilidad para ejecutar complicados solos de guitarra u otros instrumentos… pero no es lo mismo «talento» que «habilidad» ni eso significa que sean mejores que el qué se atreve a componer y apostar por su propia música… Si tienes mas de 40 años y sigues tributando,, covereando o siendo comparsa y cómplice del explotador… Tal vez significa qué no has aprendido nada y como músico has fracasado! Y pues si, hay muchos más que son «tributeros» o «coveros» solo por el billete… Pues bueno muy su pex o su necesidad, casi todos en nuestros inicios pasamos por las mismas, pero seguir haciendo lo mismo después años y años de esfuerzo y trabajo…creo que eso se llama conformismo o mediocridad.😯

    Me gusta

  4. Es un tema algo difícil de abordar, por que muchos tienen visiones un tanto «conformistas» a mi parecer ante este tipo de explotación que se lleva a cabo en ciertos lugares y eventos.

    Hace unos meses atendí yo al ensayo del grupo de uno de mis conocidos, y me toco escuchar la discusión entre ellos sobre que hacer ante una propuesta que tenían departe de los organizadores de eventos de un bar en el DF.

    En el cual les ofrecían tocar 30 o 40 minutos y compartir escenario con una banda algo reconocida en su género —que la verdad ni recuerdo por que no es de mi agrado— a cambio de vender más de 2,000 pesos en boletos.

    La mayoría de ellos estaban dispuestos a tocar, a excepción de uno que no estaba muy contento con la idea de no recibir paga y aparte pagar por tocar.

    Los argumentos que al final terminaron convenciéndolo eran «Es una gran oportunidad para promocionar nuestra música», » De este evento saldrán más oportunidades», «Pisaríamos un escenario importante».

    Después de un rato de discusión me pidieron mi opinión, a lo cual les contesté que yo creía que era un error pagar dicha cantidad por tocar, que al menos yo no lo haría.

    Para mi sorpresa mi opinión no fue muy de su agrado, y comenzaron a debatirme que no tenía yo visión para la música y hasta cierto punto llegaron a insultarme por no compartir su visión.

    Yo creo que este tipo de timos –que son realmente exitosos– se dan por que la gente está dispuesta a esto: regalar su trabajo!

    Le gusta a 1 persona

  5. El primer paso para poder enfrentar un problema es reconocerlo,poco hablamos de esto, estamos en negación y evadiendo una situación que nos esta alcanzando de manera dramática, no se trata de ser pesimistas pero sí de diagnosticar con más claridad cuál es el significado de ser músico profesional en México.

    Le gusta a 1 persona

  6. Tiene toda la razón maestro! pero sabe, una vez algún «músico» sin estudios musicales (mucho talento) decía que nuestro grupo de música propia (con un 99% de músicos estudiados) no tenía derecho a cobrar..pero sus grupos de cumbias y covers si podían cobrar muy buena lana porque tocan música que si vende :O hasta en los mismos «músicos» se carece de una CULTURA que vea este arte como PROFESIÓN y la prueba está en que ni se quieren preparar (como en todas las carreras) por conformarse con el «talento»… 😦

    Le gusta a 1 persona

  7. Hace mas de veinte años toque rock, punk y algo de blues aca en Toluca y la situacion era la misma, nadie nos pagaba por tocar. Los dueños de los bares nos pagaban con chelas (un carton por evento), en algunos festivales de musica solo daban diplomas de participacion. pero en cambio los grupos «moleros» o de musica tropical siempre recibian remuneracion aunque tocaran casi para ellos mismos y/o con mala calidad. Asi como lo veo desde hace unas decadas el musico de rock o de generos alternativos ha sido explotado y menospreciado por los dueños y organizadores de eventos. Amigos musicos es gratificante tocar por el placer de hacer musica, pero esta actividad tambien es un trabajo, no de horas o de dias, si no de años. Justo es buscar el ser recompensado por nuestro esfuerzo.

    Le gusta a 1 persona

  8. El artículo me parece muy bueno, el tema tiene una complejidad que no puedo abordar en este pequeño espacio, sin embargo creo debemos iniciar un movimiento aunque sea a escala de nuestra ciudad para tratar de encontrar alternativas que ofrezcan un cambio, sobretodo para que las nuevas generaciones tengan mejores oportuidades. saludos

    Le gusta a 1 persona

  9. Pues yo estoy en una banda, y desgraciadamente se padece justo lo que tu dices en varios niveles. Los «concursos de bandas» es una odiosa forma de ganar dinero a costa de los grupos. Según dan premios, pero con lo que inviertes en participar, fácilmente podrías comprar el producto que «regalan».
    Cómo decía el TRI, «vivir en México es lo peor», y más si eres músico.

    Le gusta a 1 persona

  10. Es triste aceptar que solo pagando «los espacios» es la manera mas efectiva para que a tu musica se le de difusión, desafortunadamente en Mexico cada dia se deteriora la cultura de de ir a conocer a nuevas bandas y proyectos, y es por eso que se crean estos filtros en donde solo aquel que esta dispuesto a aflojar money es el que va a ser escuchado y reconocido, de esto se desprende que en los medios sobresalgan bandas de juniors, y muchos buenos musicos esten destinados al underground o en su caso a huesear. Claro hay de todo un poco y buenas bandas y musicos que tienen bien merecido su lugar. Y tocando el tema del underground tambien tiene sus asegunes como por ejemplo solo entre amigos se dan los espacios, si eres nuevo y no eres amigo del amigo es dificil que te den apoyo.

    Le gusta a 1 persona

  11. Desleal, eso es lo que es, te manejan apotarte, cuando en realidad los apoyados son ellos, mucha razon tienes, yo tengo una pequeña escuela de musica y organizo eventos, para mi es mi responzabilidad porveerles PA y Back line, si no de lo mejor, si de buena calidad, a cada una de las bandas que invito, es lo menos que puedo hacer, por el favor que a mi me hacen con venir a tocar, ya mucho hacen con brindar su talento, su tiempo y cubrir sus gastos de transporte, en estos lugares bares, six flags, chopo, deveria ser pagado por ellos el audio y back line, ya que ellos reciben un beneficio econimico

    Le gusta a 1 persona

  12. Recuerdo haber desatado aquella discusión/cena-de-negros al publicar tu artículo en el foro de Facebook «Amigos Mexicanos del Rock Progresivo». Tal como lo narras, así sucedió.

    Varios planteamos opciones posibles de financiamiento para adquirir el equipo de base; pero todas fueron desechadas y ninguno de los defensores de El Chopo pudo rebatir los argumentos en favor de pagar a los músicos.
    Y es que, salvo casos excepcionales, muchos empresarios privados y públicos creen que dejarnos vender nuestros discos y parafernalia publicitaria en los conciertos es suficiente remuneración por nuestro trabajo. El colmo son quienes además se autonombran impulsores del género.

    Tal vez no tenga oportunidad de presentarme en esos foros porque no estoy dispuesto a trabajar gratis a cambio de cierta difusión que puedo hacer yo mismo en las redes; pero no me interesa mover un solo dedo para que otros se paren el cuello con mi trabajo gratuito.

    Incluso en los eventos de auténtica beneficencia he aplicado la experiencia del gran Arthur Rubinstein: cuando la Cruz Roja lo invitó a tocar para recaudar fondos, el pianista se negó a tocar gratis y cobró la cantidad que su fama y talento le permitían. La Cruz Roja sabía que aun así, la actuación del maestro era muy redituable. Cuando la asociación le pagó su cheque, Rubinstein lo endosó y lo depositó en la alcancía de recaudación.
    El mensaje es claro: te regalo mi dinero; pero no te regalo mi trabajo.

    Saludos.

    Le gusta a 1 persona

    1. Esa anécdota de Rubinstein es muy buena, Jorge. Aunque me han dicho que incluso en los eventos de beneficencia los grandes grupos obtienen su pago a través de los patrocinadores, ni en esos casos tocan gratis.
      Gracias por tu participación, Jorge.
      ¡Saludos!

      Me gusta

Replica a Anónimo Cancelar la respuesta